A menudo recibimos currículos y cartas de motivación de personas que quieren trabajar con nosotros. También de muchos estudiantes que nos piden consejos sobre que deben hacer para trabajar en el sector de eventos.
Cada persona es un mundo y sus intereses o sus sueños suelen ser diferentes y se hace complicado aconsejar sobre ello. Sin embargo, sí creemos que hay que tener algunas cosas claras para poder disfrutar plenamente de nuestra profesión. Aquí os dejamos algunas ideas.
Si no te gusta servir, ni te lo plantees
Si no te gusta la gente o no te gusta servir, ni te lo plantees. Lo que haces todos los días importa más que lo que haces de vez en cuando. Tu actitud ante las personas y el trabajo es lo que te hará valioso. La amabilidad, la buena disposición, el deseo de aportar, el interés por ayudar a los demás y tus conocimientos es lo que hará diferente. Recuerda que el servicio consiste en resolver problemas y que éstos nunca se acaban, pero las soluciones tampoco. Si no eres feliz sirviendo búscate otro trabajo.
Actúa de forma honesta
No pretendas ser o aparentar lo que no eres. Todos tenemos limitaciones y, aunque no lo creas, los clientes lo saben. Por mucha experiencia que adquieras no lo sabrás todo porque como decía Chaplin todos en el fondo somos unos aficionados ya que la vida es tan corta que no da para más. Se consciente de cuáles son tus limitaciones y trabaja para superarlas. Siembra verdad y cosecharás confianza. Acepta el reto de convertirte en alguien valioso para tus clientes. Prepárate: comienza haciendo lo necesario, luego lo posible y cuando menos te lo esperes estarás haciendo lo imposible. Pero no olvides nunca que la confianza se gana con mil actos y se pierde con tan solo uno.
Unas veces se gana…y otras se aprende
En un sector tan atomizado y competitivo como es de los eventos perderás muchas veces proyectos aunque tu propuesta sea muy buena o la mejor. Hay decenas de factores que pueden inclinar la balanza hacia ti o hacia el otro lado. El fracaso, el error forma parte del aprendizaje. Nunca dejes de aprender y de intentarlo. La vida siempre ofrece oportunidades a aquellos que no se rinden.
Ama la diversidad
En un sector como es el de los eventos tienes la oportunidad de conocer a miles de personas diferentes que hacen cosas diferentes, con ideologías y forma de ser que estén en tus antípodas, con status sociales diversos etc… Se amable y tolerante con la gente que te relaciones y acepta la diferencia. Comprender que hay otros puntos de vista siempre es enriquecedor. Estar abierto a la diversidad es estar abierto a posibilidades.
La autocomplacencia es mala compañera de viaje
Éxitos pasados no garantizan ni proyectos ni ingresos futuros. Lo puedes hacer fenomenal, que el cliente obtenga un buen retorno pero eso no garantiza una próxima vez. La autocomplacencia es mala compañera de viaje. Pregúntate siempre que puedes hacer para mejorar y poder aportar más valor.
Se humilde, no dejes que el éxito se te suba a la cabeza. Como casi todo en la vida, todo lo que se descuida, acaba por perderse.
Un solo color no hace arco iris
Comparte, colabora y crece. Se dice que los individuos marcan goles, pero son los equipos los que ganan partidos. Cuando se trabaja conjuntamente y las relaciones son más estrechas, se consiguen mejores resultados al complementar conocimientos, creatividad e ideas. Ofrece y pide ayuda. Por mucha experiencia que adquieras no lo sabrás todo.
El tamaño no importa
Todos los días se hacen cientos de eventos que no ganan concursos ni aparecen en los medios como caso de éxito. En el mundo de los eventos se tiende a magnificar aquellos que tienen un gran despliegue de medios, número de personas o los que la puesta en escena es muy espectacular. Al igual que ocurre con los clientes, no los hay grandes y pequeños sino buenos y malos, y lo malo hay siempre que rechazarlo. Todos los días se hacen cientos de eventos cuyos ingredientes principales son la creatividad, la pasión y el amor por las cosas bien hechas: eventos excelentes. La pasión y la magia que pongamos puede convertirlos en algo único. Los recursos, a menudo, están en nuestra mente. Es cuestión de sacar lo mejor de nosotros mismos.
Piensa siempre en el invitado
A la hora de preparar un proyecto no pienses sólo en la marca. Pon el foco en elaborar una propuesta que llegue no sólo a la mente sino también al corazón de los invitados. Haz un evento que sea capaz de generar una emoción positiva y duradera en la audiencia. De nada sirve querer satisfacer a los directivos de una marca si no satisfaces a sus públicos objetivos. El verdadero ROI dependerá de las opiniones y acciones de los asistentes.
Pasión, paciencia y sacrificio
Lo dice a menudo nuestro colaborador Francisco Alcaide: El éxito es una cuestión de pasión, paciencia y sacrificio. El mundo de los eventos puede tener mucho glamour y te permite acceder a muchas posibilidades pero exige mucho esfuerzo y sacrificio. Si no estás dispuesto a pagar este precio aún estás a tiempo de cambiar, pero si realmente es lo que quieres, vivirás miles de días emocionantes: pon pasión en todo lo que hagas y disfrútalo.
Y por último, sonríe:
La sonrisa es la distancia más corta entre dos personas, cuesta menos que la electricidad y da más luz.